GRAN MUSEO EGIPTO

Obra: Gran Museo de Egipto
Comitente: The Arab Republic of Egypt , Ministry of Culture,Supreme Council of Antiquities
Ubicación: El Cairo, Egipto
Proyecto: Urgell – Penedo – Urgell, Arquitectos Lynch Pierantoni López Vago Rodríguez.
Equipo de Proyecto: Arqs. Juan Manuel Llauró, José Antonio Urgell, Augusto Penedo, María Llauró, Juan M. Urgell, Enrique
Lynch, Andrea López, Enrico Santilli, Alfonso Piantini (h),Guadalupe Chirotarrab, Martín Fernández Ares
Museología: Guiomar Urgell
Egiptología: Prof. Dr. Hugo Zurutuza, Prof. Dr. Horacio Botalla
Superficie total: 86.500 m2
Año de proyecto: 2002
Mención Concurso Internacional de Anteproyectos

Memoria
Este edificio es obvio. Complejo laberinto lúdico, misterioso, a descubrir, a resolver, a recrear, a completar, es obvio porque denota, evidencia-
Pero su obviedad en la visión lejana o total –contundente- no le quita expresividad en la visión a escala humana.
Las pirámides son volúmenes explícitos y sugerentes. E Intrigantes por su aparente simpleza. Lo asombroso es su monumentalidad y la precisión en su construcción. Con ese carácter extraordinario que le otorga el paso del tiempo y la connotación del símbolo críptico.
Nuestro edificio es preciso. Es la manifestación construida de su génesis sistémica.
Coexisten y se relacionan en el edificio el orden y el dinamismo, lo cinético. El orden presente de su trama cartesiana, es el que permite la laberíntica multiplicidad de recorridos y reconfiguración de espacios hasta el infinito.
Es la esencia del juego: El planteo de unas reglas básicas que determinan un proceso dinámico y diverso incluso para quienes lo juegan, pero donde poco a poco las piezas se van acomodando y engarzando hasta formar un orden, una configuración, un diseño posible. U otro. U otro.
Y ese orden es distinto cada vez que se juega, pero sigue siendo estructurado.
El edificio es un gran hipertexto: Organizador, conector y direccionador de otros textos (áreas, espacios, recorridos) independientes e interdependientes.
Su aparente simplicidad (obviedad) encierra un desafío: el edificio es tan capaz de desplegar su simbolismo, de complejizarse, de sorprender y de emocionar como lo sea quien lo mire, quien lo imagine o lo use. El edificio es un espejo. El edificio es una invitación a jugar.

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