Obra: Hotel Arakur – Ushuaia
Ubicación: Reserva natural del cerro Alarken – Ushuaia – Patagonia Austral, Argentina.
Proyecto: Berdichevsky Cherny, arquitectos – Urgell- Penedo- Urgell, Arquitectos Lynch Pierantoni López Vago Rodríguez
Equipo de proyecto: Augusto Penedo – Carlos Berdichevsky – Rubén Cherny – Andrea López – Juan Pierantoni – Juan Pablo Rodríguez – Patricia Varela
Equipo de Interiorismo:  Oliver- Busto y Urgell – Penedo – Urgell, Arquitectos Lynch Pierantoni López Vago Rodríguez
Equipo de proyecto Interirismo: Lucila Oliver, Ramón Bustos, Andrea López, Silvia Nemaric, M. José Rodríguez, Inés Peluffo, Leslie Jones
Asesores:
Asesor de Estructura: Ingeniero Galay – Ingeniero Zaldua – Bascoy
Asesor de Instalación eléctrica: Ingeniero Grinner
Asesor de Instalación sanitaria e incendio: Jorge Labonia
Asesor de Termomécanicas: Ingeniero Luis Echeverría – Ingeniero Benítez
Asesor de Certificación Leed: Silvia De Schiller – J. Martín Evans
Asesor de Carpinterías: Eestudio Gigli, Ingeniero Andrés De Aguirre
Asesor de Iluminación: Jorge Pastorino
Asesor Acústico: Ingeniero Fenzi
Asesor de Ascensores: Ingeniero Molina
Asesor de Paisajismo: Arquitecta I. Joselevich – Ingeniero Fernando González
Empresa constructora: Ingeniería Fuegina
Asistencia en Dirección de obra: Arquitecto Juan Pierantoni
Coordinador de proyecto: Arquitecto Arnoldo Kohan
Gerenciamiento y Dirección de obra: Francisico Abello y Asociados.
Superficie total: 17.000 m2
Año de proyecto: 2007

Memoria
Se trata del proyecto de un hotel internacional 5 estrellas de 150 habitaciones, SPA y Centro de Convenciones. Ubicado sobre el Cerro Pelado, a 250 metros de altura sobre la ciudad de Ushuaia, la belleza del paisaje que se aprecia hacia todos lados es única: a un lado el Canal de Beagle, hacia el otro las montañas siempre nevadas. Es el fin del mundo que promueve la contemplación y la introspección. Pocos sitios en el planeta disfrutan de una condición natural más favorable. La propuesta deriva de un modo de responder a las cuestiones constructivas en relación a las condicionantes que impone el clima: una envolvente, que será la imagen final, se construye como primer paso para asegurar la continuidad de una obra protegida del clima.
Exteriormente se presenta como un contundente y esencial cuerpo facetado con un tratamiento unitario fachada-techo, siendo la madera y la piedra los únicos materiales legibles.
La forma de pared-techo ofrece una perspectiva visual y se integra al bosque superior. El paisaje, que se prolonga hasta transformarse en bosque, establece una fuerte conexión física con el edificio. Se han privilegiado las vistas y las orientaciones, buscando que la mayoría de las habitaciones tengan vistas al mar y las montañas. El proyecto responde a las fuertes condicionantes ambientales del lugar y exigencias climáticas y a aspectos críticos en el marco de sustentabilidad arquitectónica en la adecuación de los recursos naturales y energéticos en el cual se inscribe. La forma compacta, sin aristas como envolvente continua, disminuye la superficie expuesta al viento y al aire frío exterior, controlando las pérdidas de calor y promoviendo el uso eficiente de energía requerida para calefacción. El sistema constructivo no solo permite la realización de la obra en condiciones climáticas adversas, sino que también contribuye a criterios de sustentabilidad. La construcción en seco, con reducido uso de hormigón, disminuye el uso de materiales con altas emisiones GEI, de Gases Efecto Invernadero. La ubicación en el terreno y la forma del emplazamiento del edificio minimizan el movimiento de tierra y el impacto visual en el paisaje natural, muy sensible. La construcción, con estructura de acero, permite gran flexibilidad a largo plazo y contribuye a extender la vida útil del proyecto, con la posibilidad de adaptarlo a futuros requerimientos. El uso de la madera favorece el empleo de materiales reciclables y sin emisiones GEI, preferentemente de bosques certificados. Finalmente, la construcción en seco con materiales reciclables, disminuye el impacto del edificio al final de su vida útil. El proyecto evita cualquier carácter pintoresco. Sin oponerse a la tradición en el uso de los materiales y espíritu del lugar, se apoya en la simplicidad constructiva y en la decisión del montaje en seco de producción en taller. La resultante es un edificio particular, de fuerte presencia formal pero que no genera un corte con el hábitat natural circundante. La fuerza de la forma, sintética, moderna sin caer en lo telúrico, tiene en la madera su expresión estructural y estética. La madera es materia prima renovable, que necesita una energía cero para su fabricación y que, además, se recicla sin contaminar.

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