TORRES ALTO PALERMO

Obra: Torres Alto Palermo
Ubicación: Terreno delimitado por las calles Salguero, Juncal, Bulnes, Capital Federal, Buenos Aires
Proyecto: Urgell-Fazio-Penedo-Urgell, arquitectos M|SG|S|S|S Manteola, Sánchez Gómez, Santos, Solsona, Sallaberry, arquitectos
Asociados: E. Cajide, E. Minond, M.Mc. Comarck, arquitectos.
Asesores:
Asesor de Estructura: Ingenieros Curuchet-Del Villar
Asesor de Instalaciones eléctricas: Ingeniero Shore
Asesor de Instalciones sanitarias y gas: Ingeniero Kornblihtt
Asesor de Aire acondicionado: Ingeniero Blasco Diez
Empresa constructora: Alto Palermo A.A.
Superficie total: 62.300 m2
Año de proyecto: 1992/93

Memoria
La propuesta arquitectónica se basa en la decisión de conformar dos edificios de igual altura y similar tipología a los efectos de enmarcar con su presencia, gemela y simétrica, un espacio de la ciudad, o sea que se transformen en una suerte de símbolo urbano, gran portal del cielo, que terminen por caracterizar con su perfil esa área de Palermo. La posición de las torres, ubicadas en la parte superior de la Barranca que nace en Las Heras, trasciende el sólo hecho arquitectónico de su construcción, pasando a conformar el perfil futuro perfil urbano de Buenos Aires.
A través de la historia, ha sido siempre responsabilidad de las obras arquitectónicas fijar los hitos, los lugares arquitectónicos. Las referencias de la ciudad desde la antigüedad hasta hoy siguen y deberían seguir cumpliendo este rol.
Con la propuesta presentada entendemos que no sólo damos solución a un tema inmobiliario, sino que inmediatamente se nos presenta la pregunta de qué aportan a la city, y ¿de qué manera estos edificios singulares por su tamaño (aproximadamente 120 metros) y formalidad agregan cultura arquitectónica al acervo contemporáneo de Buenos Aires? Estos edificios son un hecho constructivo, comercial, de uso público o privado, pero sobre todas las cosas son un aporte a la geografía urbana.
Siendo la ciudad una expresión de la cultura de sus habitantes, las ciudades contemporáneas exponen sus grandes obras de los complejos de museos y grandes edificios administrativos.
Buenos Aires tiene hoy el tema arquitectónico de las Torres de Departamentos, que si bien son antes que nada un problema de resolución del espacio privado doméstico trascienden por su volumen y participación formal, el espacio de la ciudad, al tomar también el carácter de monumento urbano, monumento doméstico edificios donde vive la gente y que están obligados además de cumplir con las exigencias comerciales, a aportar a la ciudad algo más que grandes cajas paralelepípedas con poco interés arquitectónico.
Hay dos temas irrenunciables en este tipo de edificios, la optimización de la planta que responde al planteo inmobiliario y de exigencias de usos por sus futuros propietarios, y la sensibilidad arquitectónica con que se resuelve el diálogo entre el espacio de uso público y privado. No siempre esto se logra, y más de una vez los edificios de departamentos quedan reducidos a la pura literalidad en la repetición hasta el cansancio de sus balcones y sus ventanas con la idea de que todo está muy bien, porque la planta de los departamentos está muy bien. De hecho la planta de los departamentos debería estar muy bien, no sólo como tamaño y relación de locales sino también en cuanto a la optimización de vistas hacia el exterior.
Esta combinación que resulta finalmente en un gran volumen urbano, es la que debe recoger el desafío de la arquitectura para que la ciudad entonces pueda participar culturalmente en el evento de estos nuevos edificios de departamentos que conforman el skyline contemporáneo.

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