TORRES DRAGONES

La obra se desarrolla en un sector urbano en clara transformación, el bajo Belgrano, que cada vez más reafirma su vocación residencial. Es un área rodeada de importantes parques, próxima al río y de excelentes conexiones con la ciudad. Las normas urbanísticas determinan una morfología edilicia típica de los ensanches “planificados” fuera del casco de la ciudad: torre exenta, planta baja libre y un número importante de cocheras. Las características del suelo – terrenos ganados al río – ponían en crisis el modelo y, frente a ello, se gestionó el desarrollo de un podio que contuviera las cosechas y los accesos; y sobreelevado un parque, asegurando privacidad y seguridad que responde a las exigencias de planta baja libre. La tipología edilicia adoptada, torre de doble crujía, se organiza en dos cuerpos simétricos conectados por el núcleo de servicio. Cada volumen, básicamente cuadrado, va aceptando variaciones formales para ofrecer a cada departamento vistas directas hacia los parques y el río. Las dos últimas plantas formalizan el remate del edificio y sirven como referencia de mirador hacia y desde el río y los grandes espacios verdes circundantes. El tratamiento formal unitario de las dos fachadas largas más las dos cabezas de los bloques, con un tratamiento diferente del muro de ladrillos, aspiran a dar una contundente identidad al edificio.